Tips
Las flexiones son un ejercicio fundamental que activa el pecho, tríceps, hombros y core, pero su efectividad depende totalmente de una buena técnica. Evita arquear la espalda, baja hasta que el pecho casi toque el suelo y mantén los codos a unos 45° del torso. Una ejecución incorrecta no solo reduce los beneficios, sino que también puede provocar lesiones en hombros y zona lumbar. ¡Haz menos repeticiones si hace falta, pero hazlas bien!
Un calentamiento adecuado activa el sistema cardiovascular, prepara tus músculos y articulaciones y reduce drásticamente el riesgo de lesiones. Dedica al menos 5-10 minutos antes de empezar cualquier entrenamiento.
Levantar más peso con mala forma es una receta segura para lesiones. Aprende la técnica de cada ejercicio, grábate y corrige errores. El peso vendrá con el tiempo.
Para ganar músculo o fuerza, necesitas un estímulo creciente. Aumenta poco a poco el peso, repeticiones o series con el tiempo. Sin sobrecarga progresiva, no hay progreso real.
Dormir al menos 7-8 horas y descansar entre sesiones es fundamental. Es en el descanso donde tus músculos crecen, no durante el entrenamiento.
Para reparar y construir músculo, tu cuerpo necesita proteínas. Apunta a unos 1.6 a 2.2 gramos por kilo de peso corporal al día. Incluye fuentes como huevos, carne magra, pescado o legumbres.
Entrenar piernas no solo mejora tu físico general, también estimula grandes cantidades de hormonas anabólicas como la testosterona y la hormona del crecimiento. Piernas fuertes = cuerpo equilibrado.
Una buena movilidad mejora tu rango de movimiento, reduce dolores y te permite entrenar con más seguridad. Incluye estiramientos dinámicos y trabajo de movilidad en tu rutina semanal.
Un agarre débil limita tu rendimiento en ejercicios como peso muerto, dominadas o remo. Incluye trabajo de antebrazos o usa agarres engrosados (fat grips) para mejorarlo.
Más no siempre es mejor. Si te sientes fatigado constantemente, sin fuerza o sin progreso, podrías estar sobreentrenando. Escucha a tu cuerpo y regula la intensidad y el volumen.
Entrenar sin plan es como navegar sin rumbo. Una rutina bien diseñada asegura equilibrio entre grupos musculares, evita estancamientos y maximiza resultados. Ajusta la tuya según tus objetivos.
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